El guineo siempre ha sido una fruta de desayuno por excelencia. Lleno de potasio y varias vitaminas, es una gran forma de comenzar el día. Esta receta le da un giro especial al combinarse con queso del país, que añade proteínas y crea una combinación irresistible de dulce y salado.
2 guineos maduros y firmes picados a lo largo con su cáscara
¼ taza de queso fresco del país
1 cucharada de gofio (también puedes usar dulce de ajonjolí rallado)
Aceite de oliva
½ cdta de Sal gruesa (“Kosher salt”) o a gusto
Adereza con aceite de oliva extra virgen y termina con hojas de cilantro, sal y toque de gofio
Esta receta es parte del recetario Alimenta tu cuerpo, Alimenta tu alma de Fundación Triple S