Luis Córdova Dexter, dueño de Cordex Construction y Cordex Agro, se mueve tan cómodamente en el mundo de las construcción como en el de la agricultura. Últimamente, sin embargo, el de la agricultura lo está halando más…
La operación agrícola Cordex Agro surgió en 2015, siete años después de Cordex Construction, para satisfacer la pasión de Luis por la agricultura. “Surge porque siempre me gustó la agricultura. En el patio de mami siempre de niño tenía algo sembrado, aunque fuese una lechuga, una zanahoria, cualquier cuestión. Se me dio la oportunidad y empecé a trabajar la finca aquí poco a poco”, cuenta Luis.
Hoy en día, junto al agrónomo Julio Rodríguez y al administrador Juan López, esta finca en Río Grande combina tres tipos de productos: siembras rápidas, intermedias y permanentes. En la rápida están el recao y el cilantrillo, en la intermedia está el plátano y en la permanente está el limón.
Las hierbas se cultivan en invernaderos: el recao en mesa de composta y el cilantrillo en hidropónicos. “Escogimos invernaderos porque en hay un área de la finca pedregosa difícil de mecanizarla. Empezamos en los invernaderos con recao, continuamos con recao y ahora utilizamos el sistema hidropónico para el cilantrillo y seguimos expandiendo el área de invernadero”.
Para ampliar su oferta, Luis explica que próximamente piensan añadir albahaca, arúgula y lechuga romana. Además, “ahora mismo estamos haciendo una prueba con habichuelas tiernas. Se nos solicitó, siendo un producto que dificulta conseguirse bien”. La clave será hacerlo rentable: “El proceso es demasiado manual. Lo que estamos buscando también es un producto altamente mecanizable”.
Además de los invernaderos, Cordex Agro tiene la finca de plátanos y limones. Cada área requiere atención. “Los muchachos rompen a las 6am, llegan aquí, o antes, a repartir las tareas que tenemos: mantenimiento, empaque, mantenimiento al plátano. Para el limón, otra persona también que lleva recorte de grama, poda, etc. Estamos cortos de gente, pero la intención es tener a una persona dedicándose a cada cosa”.
De paso, el limón que cultivan en Cordex Agro es el limón criollo del país que, como apunta Luis, “es pequeñito, pero con mucho jugo”. Al escoger qué variedad sembrarían, “me fui por lo que me gusta a mí, que es el limón criollo. No estamos produciendo tanto todavía, pero el que estamos sacando se está vendiendo super bien”.
Luis no esconde los efectos de la pandemia en Cordex Agro: “Me ha impactado duro… Tuvimos que hacer ajustes, ahora gastamos más porque hay que proveerle mascarillas a todo el mundo, estamos desinfectando todo el tiempo”.
La tormenta Isaías también dejó su marca, específicamente en los plátanos. “Nos tumbó alrededor de ocho mil matas paridas. Eso representa un 50%. Nosotros sembramos en ciclos para poder tener producto en rotación en todo momento. Nosotros producimos alrededor de 2,000 matas mensualmente. Pero en todas las facetas, entre seis y ocho mil plantas se me fueron”.
Sin embargo, como muchos, Luis le encontró la vuelta positiva a la situación. Como la pandemia detuvo muchos trabajos de construcción, Luis redirigió a esos empleados a la operación agrícola, ocupándolos en proyectos de desarrollo de la finca como construir invernaderos nuevos.
La inspiración de Luz está en la vocación de agricultor que experimentó desde niño. “Me despeja, me llena ver una mata desde su crecimiento, echar pa’lante. Por lo menos a mí, me llena de orgullo”.
Luis está claro: “No se rajen, echen pa’lante. Papá Dios aprieta, pero no ahorca. Nos ha dado palo como loco, pero hay que seguir. Si no me quito, vendrán tiempos mejores”. Que no se quite nadie, como no se quita la naturaleza.