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    La vocación de enseñar no mermó en Decenia Vega cuando dejó su trabajo como maestra de una escuela especializada para lanzarse a crear Finca Semila. Más bien, se fortaleció con un nuevo mensaje: ¡cultivar cacao en Puerto Rico es posible! 

    Como toda buena maestra, Decenia es también buena estudiante. Esto significa que tiene una curiosidad imparable…y contagiosa. Todo empezó con su tesis de maestría sobre agricultura en Puerto Rico, en la que descubrió que muchos agricultores no sabían quién era su clientela, ni los precios del mercado, y esto podía constituir un disuasivo para la práctica agrícola. 

    Semillas de cacao de Finca Semila sobre madera
    Semillas de cacao de Finca Semila

    Concluyó que en Puerto Rico puede haber una agricultura viable, si se enfoca en frutos que no se produzcan actualmente, cultivándolos sin químicos y elaborando productos derivados. “Hay varios nichos que podían ser rentables, pero había que hacer esa investigación”.

    Entre esos nichos potencialmente provechosos, estaba el cacao: “Decidí tirarme y demostrar que el cacao podría ser rentable. A mí nunca me ha gustado el chocolate, hasta que descubrí que el chocolate que comía no era real, era azúcar y leche nada más. Poco a poco fui aprendiendo sobre el cacao. En Puerto Rico, hace 500 años se sembraba cacao y teníamos de las mejores semillas en el mundo”.  

    La multiplicación de los árboles

    Después de presentarle el proyecto a su esposo, Abel Vélez, la pareja decidió tirarse de lleno. Comenzaron en la casa de los padres de Decenia, luego se mudaron a una casa de campo y hace seis años establecieron Finca Semila en Barceloneta: “Empecé con 300 metros y 1,000 árboles en casa de mis papás. Después, en la casa donde me mudé cabían 7,000 árboles y en la finca de 43 cuerdas que tengo ahora caben 30,000”. 

    No solo fue sembrar los árboles, sino aprender todo lo relacionado: “Tuve que crear todo el sistema, pero a la vez era una oportunidad porque podía enseñarles a otros que podían hacer lo mismo con cualquier otro cultivo viable. Esa era mi misión”. 

    Decenia y su padre, Víctor Vega, examinan los arbolitos de cacao dentro del vivero
    Decenia y su padre, Víctor Vega, examinan los arbolitos de cacao

    Hoy día Finca Semila propaga árboles de cacao, los venden y enseñan cómo cultivarlo: “Les enseñamos a otros cómo desarrollar su finca paso a paso. Al final, queremos resolver la problemática de quién les comprará el cacao. Nosotros les compramos toda la producción a nuestros clientes. Ese es nuestro compromiso”. 

    Del cacao al chocolate un paso hay

    “Ese cacao que nosotros cultivamos y compramos lo usamos para hacer chocolate”, dice Decenia. Elaborar chocolate estaba en su plan de desarrollo, pero el huracán María lo adelantó: “la producción de Puerto Rico bajó y decidimos adelantar la producción de chocolate”. 

    Semilla de cacao en el árbol sostenida por mano de agricultora
    Semilla de cacao en el árbol

    Actualmente elaboran una variedad tentadora de productos: “hacemos barras de chocolate de 80%, 70% y 60%. Hacemos trufas de chocolate rellenas de diferentes sabores, como café, parcha y Bailey’s. Uno de nuestros bebés son las trufas de ají dulce. Quisimos reflejar ese sabor de Puerto Rico. Hicimos una mermelada de ají dulce y con esa mermelada rellenamos las trufas de chocolate. Sabe super rico. Además, tenemos té de cacao”. 

    Decenia y Abel también van a incursionar en la venta al detal: “El 14 de agosto vamos a abrir un espacio dedicado al cacao y al chocolate en Arecibo. Vamos a abrir una chocolatería”. 

    Las semillas de cacao abiertas y completas sobre madera
    Las semillas de cacao

    El chocolate: rico y saludable

    “En nuestros productos, solo usamos cacao y azúcar. Nuestras barras no tienen leche, dulcificantes, colorantes ni preservativos. El chocolate que hacemos es ‘bean to bar’ o de la semilla a la barra. Es una práctica menos invasiva o procesada. Hace que todos los nutrientes del cacao afloren y el cuerpo los pueda absorber mejor. Así que, además de comerte un buen chocolate, estás adquiriendo todos sus beneficios”. 

    ¿Qué sabor tiene ese chocolate tan natural? “Con nuestra barra de 80%, por ejemplo, dependiendo del paladar de la persona, puede que se sientan unos dotes cítricos o frutales y eso es completamente natural del cacao”.

    Tres empaques dorados de chocolate 80% de Cacao 360
    El chocolate 80% de Cacao 360

    Finca Semila y Cacao 360 durante el COVID-19

    Decenia y Abel se dividen las labores: “Nosotros trabajamos juntos, pero Finca Semila y Cacao 360 –que es la marca de chocolate– las trabajo yo. En la chocolatería, la última decisión la toma él. Pero somos socios porque la chocolatería le compra a Cacao 360”. 

    Ambos proyectos sufrieron durante la pandemia. De igual modo se afectaron los Cacao Tours, uno de sus componentes educativos de la finca: “ahí recibimos personas, les enseñamos cómo sembrar cacao y hay una tiendita también”. 

    Como tantos productores, tuvieron que repensar su plan: “Nuestro enfoque eran los ‘coffee shops’ porque yo quería estar donde está la gente, pero eso tuvo que cambiar a una plataforma digital. Ahora mismo el plan está hecho para que sea casi 90% digital. He tenido que adaptarme a una nueva realidad”.  

    Productora sembrando arbol de cacao con mascarilla
    Decenia siembra un arbolito de cacao

    Su inspiración y su mensaje

    “Yo creo que la mejor forma de concientizar es hacerlo uno, y enseñar y motivar a otras personas a hacerlo. En todo lo que hago, siempre va a haber educación porque a mí me encanta. Lo que me mueve a hacer esto es que otros lo hagan”, comenta Decenia. 

    A los lectores que sientan una cosquilla de emprendimiento agrícola: “El miedo se vence haciendo. Háganlo porque todos tenemos algo que aportar”. 

    Empaques de barras de chocolate y té en las manos de la agricultora
    Decenia muestra las barras y el té de chocolate

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