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    En 1850 se fundó la Hacienda La Balear donde cinco generaciones de la misma familia han cultivado principalmente café, además de caña, cítricos, guineos y plátanos, y criado cerdos, reses y gallinas ponedoras. Recientemente la operación expandió al cultivo de panapén, parcha, rambután y lichee.

    Esta finca localizada en Adjuntas cuenta con 28 empleados quienes trabajan de siete de la mañana a una de la tarde, y que siempre destinan dos días de cada semana a preparar el terreno, sembrar, abonar, cosechar y dar  mantenimiento a los cultivos. Es arduo y constante el trabajo.

    Felipe Ozonas nos muestra su cultivo de café

    Felipe Ozonas Morell es el dueño de la Hacienda La Balear y nos dice que ser agricultor es "...una vocación. Yo veo que mis hijas no saben qué hacer, y veo que es bastante frecuente que cuando llegan a la hora de decidir si quieren ser doctores, abogados, whatever, no saben qué quieren. Yo nunca tuve ese problema, yo siempre quise dedicarme a la agricultura". 

     

    Tiempos de COVID-19

    Durante la pandemia la mano de obra se ha reducido a una tercera parte ya que muchos obreros han decidido recluirse, mientras que sus ventas han bajado con el cierre de bares, restaurantes y hoteles.

     

    Lo difícil de ser agricultor  

    Felipe Ozonas mostrando un insecto.

    La agricultura es "bien retante y a veces ingrata, pero me gusta y disfruto de ver el producto de mi esfuerzo", indicó el dueño de La Balear, quien con casi 60 años nunca ha pensado cambiarse de oficio porque ama lo que hace, aunque reconoce que es un negocio lleno de situaciones desagradables como plagas, tormentas, mal tiempo o sequía.  Hay muchas plagas "muy agresivas y ellas mismas se balancean con el ecosistema. Hay otras que están ahí siempre, y siempre las tienes que controlar con técnicas de cultivo, plaguicidas biológicos o no biológicos. Hay otras que te acaban. Hay plagas que terminan con tu cultivo y tienes que buscar alternativas. Me está pasando en cítricos. Es una enfermedad que mata despacio", contó Felipe.

     

    Los retos a la hora de cultivar se suman a la desventaja de competir con producto importado producido con salarios más bajos que los de Puerto Rico, pero la ventaja que no le "puede quitar nadie, es la frescura. Si uno consume productos de PR, puedes estar seguro que van a ser más frescos que cualquier producto importado. La frescura se traduce en mejor calidad del producto", expresó con orgullo Ozonas.

     

    Obrero sembrando plátano en Hacienda La Balear
    Sembrando semilla de plátano

    El tatarabuelo de Felipe vino de España a Puerto Rico en el boom del café y creó un imperio en el poblado de Castañer que lleva su apellido luego de que este desarrollara la economía de la montaña. Luego de esto, La Balear ha logrado mantenerse relevante innovando y adaptándose a los tiempos.

     

    Encuentra los productos de la Hacienda La Balear en Mercado Produce y Suscripción PRoduce.

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