Productores - Puerto Rico PRoduce!

El poder de Amasar

Escrito por PRoduce | Oct 22, 2020 4:09:00 PM

Marisol Villalobos Rivera es una fuerza de la naturaleza. Lidera la finca y empresa Amasar junto a su socio, esposo y cómplice, Jesús Martes Cordero.
 

La finca, ubicada en el barrio Mameyes de Jayuya, tiene 20 cuerdas, con 10 cuerdas ya sembrados con más de 500 árboles. Se dedican a la pana, esa delicia gastronómica puertorriqueña que solo encontramos de vez en cuando, siempre con grata sorpresa. 

 

Marisol quiere cambiar eso, aquí e internacionalmente: “Mi idea es que Puerto Rico se convierta en el embajador de pana del mundo caribeño. Jamaica y Puerto Rico son los mayores productores, pero estoy tratando de acelerar; de hecho, nos aprobaron una propuesta en conjunto con el Departamento de Agricultura de nuestra región agrícola para sembrar 5,600 árboles en Ciales, Utuado, Jayuya y Adjuntas. La pana se da en el Caribe, pero los demás países no la conocen”. 

 

En el 2018, Amasar lanzó sus primeros productos: harina de pana para uso general y harina de pana para pancakes y waffles. Y por ahí vienen unos cuantos más….

Los pancakes gluten-free hechos con harina de pana Amasar.

 

Pana sí, papa no: Un poco de historia

Marisol nos recuerda un capítulo lamentable en la historia de la pana: “Aquí en el 1920 hubo una iniciativa de los estadounidenses para eliminar la pana de Puerto Rico, porque querían introducir la papa. Mandaron a cortar los árboles de pana. Decían que la pana les daba parásitos a los boricuas. Que tenían que dejar de comer pana, les hicieron creer eso”. 

 

Pero siempre hay un rebelde: “Hubo un hacendado que se paró con una escopeta en el portón y no dejó entrar a nadie a cortar los árboles de pana. Gracias a él, se salvaron muchos y hubo concienciación de que otra gente no dejara que cortaran los de ellos. En septiembre en el barrio Mariana de Humacao hacen el Festival de la Pana en honor a él”.  

 

“Todo lo que haces con papa, lo puedes hacer con pana. Ya no compren papas, por favor”.

Amasar busca revitalizar el cultivo de la pana en Puerto Rico.

 

Italia, la pana y los panas

Relata Marisol que “siempre quisimos hacer algo de nosotros, nos gusta la agricultura. Compramos la finca recién casados, mi esposo y yo. Imagínate si nos gustaba la agricultura, fue la primera inversión. Antes de la casa, les compramos la finca a mis suegros”. 

 

La idea, relata Marisol, surge años más tarde en Italia. Por el trabajo de farmacéutica de Jesús, “nosotros fuimos expatriados en Italia por 2 años. Allá yo conseguía de todo, menos pana. Mi madrina me envió una pana desde Puerto Rico, y llegó nítida. Nos comimos toda la pana, era una pana enorme como de 6 libras. Yo hice pana con bacalao, tostones, mofonguito, hice de todo. Y digo que esa fue la señal”. 

 

Más adelante, unos amigos —José Miguel y Damaris, de Borintek, una compañía jayuyana de energía renovable— fueron a visitarlos allá. Y José Miguel le ofreció trabajo a Jesús. “Él aceptó el trabajo, y yo dije: OK, yo voy a liderar la empresa de pana”. 

“Y nos atrevimos”.

Una pana enviada a Italia detonó la idea de comenzar un negocio agrícola en torno a la pana.

 

El producto: Nutrición con sabor

“La pana es un superalimento con se pueden hacer muchas cosas”, explica Marisol. Pero decidieron comenzar con la harina: “la harina dura mucho, tiene 18 meses de fecha de expiración. Después de que está deshidratada no se echa a perder, mientras que la pana es bien perecedera”.

 

 “Yo quería nutrición con sabor. Ese es el lema de Amasar. Esto es gluten-free. Si supieras todo lo que tiene Aunt Jemima… Tratas de leer los ingredientes y casi no puedes. Los ingredientes míos son harina de pana, un poco de harina de arroz, goma xanthan, baking soda, baking powder, that’s it. No tiene ni sal ni azúcar añadida”. 

Las harinas de Amasar —para uso general y para pancakes y waffles— son libres de gluten.

 

El proceso

“Después de recibir las panas, se pesan y se lavan. Luego se mondan. Después, las cortamos, una a una, a mano. Todas se trozan. Por eso mi harina vale lo que pesa en oro y es bueno que la gente lo sepa”. 

La máquina mondadora de las panas, que luego serán troceadas a mano.

 

Entonces hay que deshidratarlas. “Parte del proceso de deshidratado lo hacemos con gas propano”. Pero mucho del proceso lo hacen con sol. Marisol transformó los umbráculos de hidropónicos de otro proyecto en deshidratadores solares, que llegan hasta 160 grados. 

“Las panas las deshidratamos en el sol, dos días enteros de un buen sol".

 

“Después de que se deshidrata, vamos a premoler, luego a moler y después ‘blendeamos’. Premolemos porque la hojuela es bien dura y grande. Finalmente se mezcla la harina. “La mezcladora echa la harina de pana, harina de arroz, ‘baking powder’ y ‘baking soda’, y da vueltas para mezclar todo”. 

La hojuela seca de la panas se premuele, antes de hacer la harina, porque es muy dura.  

 

Cooperativas y alianzas

Marisol visualiza un modelo cooperativo para Amasar. “Que sea un lugar donde los agricultores tienen seguridad de vender los productos. También tenemos alianzas con escuelas. Yo tengo 3 escuelas adoptadas en mi comunidad. Les regalamos árboles de pana, les enseñamos a sembrarlos y a podarlos (porque mis árboles no crecen estilo Torre Eiffel). Es parte de lo que estoy promoviendo, mantenerlos a 15 pies para que sean bien fácil cosechar”. 

 

Marisol cree que los productores agrícolas se pueden complementar, que no tienen que competir, porque hay espacio para todos: “Tengo unos amigos que hacen tostones de pana. Yo no estoy haciendo tostones. Quiero hacer otras cosas con la pana. Quiero que los agricultores veamos que nos ayudemos entre todos”. 

 

 Los árboles de pana se mantienen bajitos, a 15 pies de altura, para que el recogido sea fácil.

 

Mujeres en el agro

Amasar es un negocio “women-lead”. No debe sorprender, ya que Marisol es secretaria de Agroempresarias de PR, la primera organización que une mujeres en la agricultura de toda la Isla. “Somos más de 85 agricultoras y estamos fomentando que siembren lo que se necesita”. 

 

Cuando comenzó Amasar, dice Marisol, “mi prima en Utuado tenía sembradas 12 cuerdas de pana, pero no estaba en Puerto Rico en ese momento. Yo llegué y empecé a sembrar mi finca de pana y le dije: Jessie, yo te compro toda la pana y así no se pierde. Yo me encargo”.

Ahora, “parte lo que estamos haciendo es promover más siembras organizadas de panas, especialmente entre mujeres”. 

Amasar es un negocio dirigido por una mujer y que busca promover las agricultoras de pana.

 

El nombre

Cuenta Marisol que un día Jesús le dijo: “‘Mara, tengo el nombre: Amasar’. Y a mí me encantó, porque es un verbo, estamos amasando, se amasa. Trabajas y lo conviertes en otra cosa, es transforma. Tiene ‘ama’ y por eso el corazón en el logo. Yo lo vi todo rapidito y me encantó”.

zAmasar, nutrición con sabor, y con mucho corazón.